MUNDO AERONAUTICO EWM
 

AMY JOHNSON

Amy Johnson

Este retrato de 1938 de la elegante Amy Johnson, la primera mujer que voló en solitario de Inglaterra a Australia, refleja el refinamiento, no desprovisto de frialdad, que la aviadora cultivo tras su divorcio del aviador y playboy Jim Mollison.

Amy Johnson, hija de un comerciante de pescado, había nacido en 1903 en la antigua ciudad portuaria de Hull. Ya en la escuela se mostró competitiva, jugando con gran ardor al Jockey y desafiando a los muchachos al criket, deporte dominado por los hombres. En 1922 ingreso en la universidad de Sheffield, cuando cursar estudios superiores era poco común entre las jóvenes de provincias.

Tras obtener la licenciatura, paso tres años indecisa, cambiando a menudo de empleo para terminar como secretaria de un abogado de Londres. Pero aquella existencia monótona que le tocaba llevar no se había hecho para ella. Y así, en la primavera de 1928, el ruido producido por los aeroplanos que despegaban del pequeño campo de Stang Lane, situado en la periferia de Londres, hizo revivir en Amy sus sueños infantiles de gloria, una veza confió a un vecino que quería ser reina,y pensó por primera vez en volar, considerando esta actividad como un camino para conquistar la fama y la libertad.

Aunque solo ganaba cinco libras a la semana como secretaria, no dudo en pagar algo mas de seis para ingresar en el London Aeroplano club de Stag Lane, y dedico sus ahorros a aprender a volar. Al principio no parecía tener mucha aptitud para volar. Lo llamativo era su empeño por aprender no solo aprender a volar, sino todo lo posible relacionado con las técnicas de mantenimiento de aviones.

Hablo con el Ingeniero de mantenimiento del club, con el objeto de persuadirlo para que tomase una aprendiza. Una vez conseguido, aparecía por el club a las seis de la mañana para ayudarlo desmontar, limpiar y armar motores, se convirtió en la primera mujer de Inglaterra con el titulo de mecánico de aviación. 

A las pocas semana tomo la sorprendente decisión de utilizar sus nuevos conocimiento y hacerse una reputación en el mundo de la aeronáutica, intentando un vuelo de larga distancia que ninguna mujer había emprendido todavía. Australia parecía un objetivo adecuado, sencillamente porque era el mas lejano.

Tomada la decisión, preparo meticulosamente todos los detalles de la ruta planeada, incluso la cantidad de aceite extra que requeriría un motor ligero para ir bien lubricado en climas cálidos. Para la financiación de su proyecto al principio sufrió duros rechazos. Empezó con los periódicos de Londres que pagaban frecuentemente a las aviadores famosos los derechos en exclusiva de los relatos de sus aventuras, pero desdeñaron la capacidad de aquella novata para llevar a cabo el viaje que se proponía. Escribió cartas a cuantas personas ricas y celebres se le ocurrieron, y tras semanas de esfuerzo tenaz, logro convencer a Lord Wakefied, magnete del petróleo, de que le ayudase a comprar el avión y le procurase combustible para la ruta.

Aerodromo ingles de Croydon

En el aeródromo ingles de Croydon, Amy Johnson recibe las ultimas instrucciones antes de partir para su histórico vuelo en solitario (1930).

Aun así, su padre tuvo que aportar la mitad de las 600 libras que costo un Gipsy Moth se segunda mano, lo bautizo Jason. La primera etapa del viaje, de Croydon al aeropuerto vienes de Asperne, se desarrollo sin incidentes, el único aspecto desagradable que recordaría luego era el nauseabundo olor a gasolina que apestaba la cabina al bombear el combustible a mano de los depósitos de reserva principal. La siguiente etapa, Viena a Estambul, resulto igualmente rutinaria.

El tercer día hubo que sobrevolar los elevados montes del Tauro en la Turquía asiática, con cumbres de mas de 3500 metros. Dejo atrás Turquía y el Tauro y aterrizo en Alepo, Siria. La etapa siguiente, de Alepo a Bagdad, ofreció también a Amy Johnson mas emociones de las que hubiera deseado. Al llegar a Bagdad se topo con una fuerte tormenta de polvo y arena, hizo lo único que en aquel momento estaba en sus manos, efectuar, con motor a fondo, un aterrizaje forzoso en la arena. El tren de aterrizaje acuso el impacto, pero resistió, y el avión acabo en la arena.

Despego de Bagdad, y después de dos largos días en el aire, con un total de 2400 kilómetros, llevaron a Amy Johson hasta Karachi, ciudad considerada como la puerta del subcontinente Indio. Los periódicos británicos que habían ignorado su partida no dejaban de dar noticia de la entusiasta piloto.

Sin embargo, sus esperanzas de batir el récord absoluto de Hinkel en el recorrido total a Australia se vieron pronto amenazadas, por los vientos constante de cara y los depósitos casi se le vaciaron, avisto un campo militar y aterrizo, destruyendo parcialmente su avión, que fue reparado por un carpintero del pueblo.

Así continuo con su aventura volando sobre el Golfo de Bengala y los territorios del Sudeste de Asia, cubiertos de vastas extensiones de tupida selva, hasta encontrar lo mas parecido a un aeropuerto en aquella Birmania, y se vio obligada a aterrizar en un campo de fútbol, afortunadamente el campo   pertenecia a una escuela de ingeniero Britanicos, quienes repararon el avion.

Continuó el viaje, y sobre las islas de Java encontró fuertes vientos y con poco combustible aterrizo en un campo, y Amy embistió directamente contra unas estacas, que desgarraron las alas inferiores, y esta vez hubo que arreglarlos con el único material disponible.

Despego y su próxima aventura seria el mar de Timor, luchando con viento de cara y casi siempre sin ver tierra, finalmente el 24 de Mayo llego a Australia y su vuelo había durado 19 días y medio.

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