Harriet Quimby, junto a su Blériot de 50 CV.

La más celebrada de todas las pioneras de la aviación norteamericana fue Harriet Quimby, bella y provocativamente misteriosa. Morena de ojos verdes, esbelta, unas veces se decía que había nacido en Massachusetts y otras en Michigan o California, de familia adinerada y de campesinos pobres. Su historia pública arranca cuando en 1902 comenzó a escribir obras dramáticas en los periódicos en los periódicos de San Francisco. Empezó a interesarle en serio por la aviación en el encuentro de Belmont Park, en octubre de 1910, notable reunión de los mejores pilotos de la aviación del mundo. Harriet Quimby quedo especialmente impresionada por el ganador de la carrera alrededor de la estatua de la libertad, John Moisant, y le pidió que le enseñase a volar. Cuando John Moisant se mato poco después en una exhibición aérea en Nueva Orleans, decidió tomar lecciones de vuelo con su hermano Alfred, que había abierto una escuela de pilotos. Harriet Quimby tenia gran talento natural para volar, y obtuvo el titulo de piloto tras hacer un examen que consistió en dos vuelos de prueba casi perfectos, cada uno de los cuales incluía describir ochos en torno a dos postes. Se convirtió en la primera mujer con titulo de pilotos en los Estados Unidos. Casi inmediatamente, la piloto Quimby entro en la Moisant International Aviators, su debut profesional en otoño de 1911, volando a luz de la luna sobre Staten Island, Nueva York, ante unos 20000 espectadores. Los periódicos la llamaban la aviadora de porcelana de Dresde. Era muy humana, se dedico totalmente a la aviación, y trabajo duramente para fomentarla y convencer a las mujeres de que volasen. Advirtió que los Estados Unidos iban por detrás de otros países en desarrollo aeronáutico, y pedio que se dedicase mas atención a los vuelos comerciales. Escribió varios artículos sobre la aviación como "Como aprende a volar una mujer", "Como obtuve mi titulo de pilotos", "Los peligros de volar y como evitarlos". Fue una adelantada de la época, no veo por que no pueden obtener buenos ingresos transportando pasajeros entre ciudades próximas, incluso añadía, que era factible que se formasen compañía para cubrir vuelos regulares con distancia de 80 a 100 kilómetros.  En noviembre y diciembre de 1911, todavía con el grupo Moisant, Harriet Quimby participo en México en un festival aéreo celebrado con motivo de la toma de posesión del presidente Francisco Madero. Estando allí empezó a pensar en la travesía del canal de la Mancha.

A hombros de dos amigas, Harriet Quimby es aclamada por los pescadores de Hardelot, Francia, después de cruzar el canal de la Mancha (1912).

En marzo de 1912 se embarco para Inglaterra y confeso sus intenciones al director del Daily Mirror londinense, que se ofreció a apoyar su esfuerzo. Luego marcho a Paris y negocio con Luis Bleriot el alquiler de un monoplano Bleriot de 50 CV, que embarco en secreto hacia Dover. La lluvia y los fuertes vientos impidieron que hiciese una prueba preliminar con un aparato alquilado. Tampoco hacia utilizado nunca la brújula, en cuyos misterios la inicio antes del despegue un amigo, el aviador británico Gustav Hamel, que poca confianza en las posibilidades de que una mujer volase a través del canal que se ofreció a ponerse el traje de satin ciruela y hacer el vuelo por ella. No acepto tan extraordinaria oferta, pero escucho con atención el consejo de Hamel y su advertencia de que si se apartaba tan solo ocho kilómetros de la ruta se perdería en el mar del Norte en un vuelo sin retorno. La Aviadora de Porcelana despego a las cinco y media de la mañana tranquila y brumosa del 16 de abril, se elevo describiendo un circulo amplio y alcanzo los 500 metros de altitud en 30 segundos. El castillo de Dover quedaba medio oculto a sus ojos, y no tardo en divisar el remolcador enviado por el Mirror, que procuraba ir por delante de ella, pero lo rebaso en seguida y se sumergió en una muralla de niebla. Helada y empapada, atravesó las masas movedizas de niebla a una velocidad superior a un kilómetro y medio por minuto. Descendió de 650 metros a 300 metros intentando encontrar un resquicio en las bruma. "La luz del sol me dio en la cara y los ojos se me iluminaron con las costas arenosas y blancas de Francia".  Incapaz de descubrir su objetivo, Calais, descendió y aterrizo en una playa de arena dura. Un grupo de pescadores y sus familias llegaron corriendo con el objeto de recibirla, había cruzado el Canal y aterrizo en Hardelot, a unos 40 kilómetros al sur de Calais.

El cuerpo sin vida de Harriet Quimby, rescatado de las aguas de la bahía de Dorchester en 1912.

Menos de tres meses después de su triunfo, Harriet Quimby voló por ultima vez. Había llegado a la exhibición de Harvard-Boston, a finales de 1912, en un flamante monoplano Bleriot blanco de 70 CV. Aceptó volar sobre la bahía de Dorchester y alrededor del faro de Boston, acompañada del director del fistaval aéreo. A la ultima hora de la tarde del 1 de julio aseguro a un amigo preocupado que no tenia ninguna intención de estrellarse en la bahía. "Soy una gata y no me gusta el agua fría" Luego despego con su pasajero de 90 kilos. Unos 5000 espectadores contemplaban el biplaza de la Quimby pasar sobre la bahía volando suavemente como una gaviota en medio de la brisa de ocho nudos. Viro con facilidad alrededor del faro, volvió hacia el campo de Squantum a 1000 metros y giro sobre la bahía mientras descendía gradualmente para aterrizar. De pronto, el Bleriot se precipito en un picado tremendo. A 500 metros, recordaría Ruth Law años después, el pasajero salió despedido del avión, Quimby lucho por mantener el control, pero segundos después salía también despedida. Ambos cayeron en aguas pocos profunda en segundos de diferencia y murieron por el impacto contra el barro. MUNDO AERONÁUTICO EWM / LA MUJER EN LA AERONÁUTICA /