MISION MALVINAS - ATACAN LAS MULAS

Luego del desembarco británico en San Carlos y a partir del 21 de mayo la aviación militar argentina protagoniza uno de los episodios mas resonantes de la guerra de Malvinas, tanto por la audacia de los atacantes como las perdidas provocadas a la flota británica. La orden para la misión arribo poco antes del mediodía y así, a las 11.30 horas despegaba desde Santa Cruz una escuadrilla compuesta por 4 aviones, con el indicativo "Mulas". A los mandos estaban, además del capitán Carballo, el primer teniente Cachon, el teniente Rinke y el alférez Carmona. Todos llegan sin problemas al punto de cita con el vital avión reabastecedor de combustible KC-130 Hercúles. Todos se acoplan a las oscilantes mangueras y recargan sus semivacios depósitos, salvo Cachon, que tiene una falla en el sistema de alimentación y recibe la orden de retornar al continente. Los 3 A4B restantes llegan a las islas y cruzan rasante sobre la Gran Malvina. En ese momento el teniente Rinke informa a su jefe de escuadrilla que uno de sus tanques suplementarios externos de carburante había dejado de enviar el vital combustible hacia el deposito principal. Una vez mas el siempre acechante fantasma de una falla mecánica les jugaba en contra, Carballo debe hacer valer su autoridad para conseguir que Rinke regrese al continente. Solo 2 caza bombarderos llegan al estrecho de San Carlos y continúan su vuelo ahora "pegados" al agua. Enseguida el capitán Carballo divisa un buque de grandes dimensiones e inicia el ataque junto al alférez Carmona. Cuando estaban cerca del blanco pueden apreciar mas detalles, como su gran tamaño y pintura blanca o al menos clara. Carballo piensa que puede tratarse de un barco argentino, ya había vivido un caso similar el 1 de Mayo, cuando ataco, felizmente sin consecuencias, un buque propio sin saber que era argentino y seguramente tenia en mente ese mal recuerdo. Pero la orden llego mas tarde, el piloto ya había tirado su carga mortífera. Finalmente, por lo que pudo ver Carballo al efectuar un giro, se trataba en realidad de un buque de desembarco ingles. El jefe de la reducida escuadrilla ordena entonces a Carmona volver a su base, ya que había quedado sin bombas. Carballo sigue adelante, siempre rasante sobre el brazo de mar y rumbo hacia el norte. Poco después, el ahora solitario cazador se encuentra súbitamente con una fragata. Tras unos segundos, comienza a levantarse de la superficie los "surtidores" que provocan los impactos de artillería antiaérea del buque. Los hechos se suceden precipitadamente, el barco ocupando toda la mira, las bombas que se dirigen inexorablemente hacia su blanco y un violento golpe a la palanca de comando para no atropellar los mástiles. Enseguida la alegría de haber cumplido la misión, inesperadamente cortada por la ominosa presencia de otra fragata a escasos tres mil metros de su rumbo. Curiosamente, esta nave de guerra no disparo, quizás porque el otro buque estuviera en su campo de tiro. Proa al oeste y, una hora después, el capitán Carballo aterriza sin novedad. MALVINAS ARGENTINAS / MUNDO AERONÁUTICO EWM /